He regresado a mi tierra natal, Barinas, puesto que he vivido desde hace dos años en Valencia por motivos de estudio, llegué el Domingo en la noche, y todo ha estado bastante bien, diferente pero bien.
¿Por qué digo que diferente? bueno, para empezar llegué a una nueva casa, mis padres se mudaron a una zona algo apartada del centro de la ciudad. Otra cosa es que acá casi no tengo señal para mi celular; pero bueno, ya me he ido adaptando.
El viaje de regreso fue bastante rápido, sólo nos detuvimos una vez para comer y otra vez para reabastecernos de gasolina.
Pasaron muchas cosas curiosas en el camino: lo primero fue que arrancando empezó a llover y a pesar del calor que hacía mientras llovía, las gotas de lluvia se cristalizaban en el vidrio, dificultando la visibilidad. Otra cosa fue que en el tramo entre San Carlos y Acarigua hubo un accidente, sucedió horas antes de que pasáramos y sólo había una ambulancia, y los heridos se movían y otros simplemente estaban inmóviles, cuando miré hacia el lugar del siniestro me pareció ver que de uno de los cuerpos inmóviles brillaba y una persona-su alma salía de allí. Luego por todo el tramo de Guanare hubo un extraño aroma floral, el carro de mi padre se llenaba de escarcha blanca y un ave blanca sobrevolaba el carro y se oía claramente su canto dulce y celestial.
Luego de eso nada interesante pasó hasta que llegué a Barinas, que fue mucho más rápido de lo que pensé.
Rufus Wainwright - going to a town
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