Cuando era chico, quería trabajar en la NASA, y ser un astronauta, pero al crecer, ese utópico sueño infantil desapareció, dejó de ser una obsesión, resultado de ver tanta ciencia ficción que a la final he terminado tratando con cierto desdén a menos que sea campy o kistch (accidental o deliberadamente), seguramente si me hacía un astronauta iba a dejar destrozados a mis seres queridos al irme.
Bueno, al inicio de mi adolescencia pensé ¿cuál es el punto de ir a la Luna? ¿cuál es el punto de ir al espacio sideral? la verdad es que a la final no me importaba tanto eso, el espacio no era tan interesante como yo pensaba que era. Decidí quedarme porque me parecía lo mejor, mi familia no sufriría por mí y yo no iba a destrozar mis articulaciones y músculos al someterlos a gravedad cero.
Cuando ya llegó el momento de entrar a la universidad, y sabiendo que ya no quería ser astronauta, decidí estudiar medicina, era seguro, gratificante. El problema era que por más que me gustase, tenía otros intereses, a los que empecé a tratar como hobbie más que como algo serio. Bueno, quedé en medicina sin ningún problema y he caído en cuenta que me encanta!!!
El punto de esta historia es que dejé mi deseo de ser astronauta por mí, pero también por mi familia. Mi familia, me han apoyado y aconsejado, pero no entienden los sacrificios que he hecho, las tensiones a las que me veo sometido, y todo lo que he tenido que hacer por ellos y respetarlos, no que no aprecio el esfuerzo que sé que ellos han hecho..pero aún así a veces no respetan el límite, es como estudié la otra vez, cada persona tiene un sentido de pertenencia y de separación para con su familia, probablemente el de separación no se ha desarrollado mucho en la mía. Por lo general esto no me molesta, pero recientemente hubo un pequeño incidente que hizo que esa obsesión familiar casi enfermiza por la unión me afectara más de lo normal y se haya convertido en un muro de cristal entre ellos y yo...
